Hoy toca explicar los primeros días de mi Ninu, que no fueron los que nos imaginábamos ni los que hubiéramos pensado nunca.
Como os comenté en el parto del peque a mi me habían puesto antibiótico por el positivo del estreptococo. Pues como mi parto había ido tan rápido, yo jamás habría pensado que lo mío sí que iba a ser una horita corta, los antibióticos no tuvieron tiempo de hacer su trabajo.
Pues lo que pasó es que a las 24h de haber nacido Ninu, se lo llevaron a la UCI de Neonatos porque había unos valores alterados en los análisis que le habían realizado y podía haber riesgo de infección. Menuda noticia, que momento más duro, a día de hoy cuando lo recuerdo me dan ganas de llorar. Es un trago muy doloroso el de que se lleven a tu bebé de un día aunque todo el mundo te diga que es por precaución, que el bebé está bien y no tiene síntomas de nada solo un valor alterado y que como es un recién nacido lo tienen que ingresar pero si fuese un niño de tres años el protocolo sería tratamiento y para casa.
Mi Ninu estuvo desde el domingo a las 20h hasta el jueves a las 12h. A mí esos cuatro días se me hicieron interminables, aunque yo podía entrar cada 2-3h a dar el pecho a mi peque y su papi le cambiaba el pañal y le hacíamos cuatro mimitos. Mi hijo estaba bien, su aspecto era bueno, pero en la UCI nos encontramos con bebés prematuros luchando por estar un día más con sus papis. Uffff, que sensación tan extraña, por una parte te alegras por tu peque y por otra se te encoge el corazón al ver a esos papis con sus bebés tan chiquitines dando gracias por quedarse un día más con ellos. Mi peque no llegó a tener ningún tipo de infección, ni fiebre, ni nada de nada, por suerte!
Otro de los momentos durísimos fue la vuelta a casa, cuando ya me dieron el alta el martes, he de decir que mi ginecóloga se portó súper bien con nosotros y estiró lo que pudo mi ingreso, después de la última toma y de haberme sacado tres botecitos de leche para la madrugada, cogimos el coche y nos fuimos para casa. Un silencio sepulcral inundaba nuestro coche nuevo con todas las cosas preparadas para la llegada del peque, su sillita, el cochecito, las mantitas… Hasta que empecé a llorar desconsoladamente cosa que no había podido hacer en el hospital. Mi aúnnomarido estaba igual que yo pero me dio esas palabras de ánimo que una madre-pareja-mujer necesita en tantos momentos y logramos calmarnos y hasta reírnos de cosas que nos habían ocurrido esos días con el pequeñín.
Ese mismo martes yo tuve la gran subida de la leche y yo sin mi peque para ayudarme, suerte que me habían dejado un sacaleches y en cuanto llegué a casa tuve que sacarme leche hasta conseguir vaciar los pechos un poco, parecían conos de esos naranjas, duros como piedras y con bastante dolor. También me ayudé de calor y masaje antes y durante la extracción y frío después. Y a las cinco de la mañana me desperté de dolor de pecho y tuve que volver a repetir toda la operación de hacía escasas cinco horas. A las nueve llegué a darle el pecho a mi Ninu y volví a sacarme leche allí, y así en todas las tomas…
Y por fin llegó el jueves!!! Mi padre nos acompañó, he de decir que los abuelos lo pasaron fatal y se pasaban los días en el hospital con nosotros aunque no pudieran entrar a ver a su primer nieto por ambas partes, y cuál reportero de famosos se plantó en la puerta del hospital a hacer el reportaje de la salida oficial de nuestro Ninu.
Y hasta aquí los primeros días de nuestra recién estrenada paternidad/maternidad, no fue la que pensábamos pero damos gracias de que Ninu estuviese sano y salvo!
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